sábado, 5 de abril de 2008

Mujeres complices



Una mirada, una palabra, un simple roce es suficiente para la estanque y chassss!! su corazón ha sido tocado, penetrado, arrancado y devorado. Ayer llego a nuestro pueblo, Villaviciosa del bollon, una mujer misteriosa, una mujer con colores rosados en su rostro, delgada y palida entro en el estanco a comprar unos cigarrillos y dos sellos para EE.UU. y la estanque a caido en sus redes. Se miraron,
-hola! - dijo la mujer misteriosa y con el dedo le quito a la estanque una miga del pan del bocadillo de chorizo que se acababa de zampar y eso fue suficiente para que esta se entregara entera, ni siquiera pudo cobrarle nada.
-Dejalo, asi seguro que vuelves a verme
-No creo, estoy de paso
-Pues eso, vuelve a pasar cuando quieras
-Gracias muy amable
-Amable tu, por pasar, claro. ¿Te quedaras mucho por aqui?
-Esta tarde salgo de nuevo a la carretera
-Te invito a comer
-Me parece bien
-Cierro y nos vamos
A todo prisa la estanque cogio las llaves y metio persianazo al negocio. Tomo de la mano a la mujer misteriosa y la subio en su moto. Paso por casa y salio con una cesta. De nuevo puso en marcha la moto y a toda velocidad salio del pueblo hasta llegar a un pequeño estanque, aparco al lado de un enorme arbol, abrio la cesta saco una suave manta enorme, dos copas, un vino tinto, suave y afrutado, unas uvas enormes y doradas, fresas y mangos llenaban una friambera y entre risas y caricias surgio lo que tenia que surgir, el beso. El beso de la pasion, el beso del pecado, del castigo, del sufrimiento, del encantamiento, el beso del goce que duro un cuarto de hora. La estanque empezo a acariciar sus muslos, sus pechos, sus mejillas, mordio suavemente sus entrepiernas y al tiempo hundio sus dedos en el sexo de la mujer misteriosa que con breves y continuos sollozos se retorcia hasta salirse de la manta, huyendo del placer, de la sumision, de la entrega que no podia evitar y asi llego la noche cubriendo sus cuerpos con el manto oscuro y estrellado del cielo. Llevan juntas dos semanas y estoy tan orgullosa de mi amiga la estanque que hoy les he preparado una cena en casa. Espero que esta vez las cosas le salgan bien.