La gente cree que la estanque no tuvo amante alguna, pero yo le conoci una, bueno realmente le conoci dos, dos que parecian la misma, en foto pero las vi. Vereis la estanque solia ir a la ciudad de fiesta algun fin de semana que otro, sola cogia el autobus sabado por la mañanas y regresaba domingos ya tarde, sobre las once de la noche. Llegaba destrozada pues no dormia en todo el fin de semana.
La historia es que una de esas noches de festival conocio a Marga en un bar del barrio de Lavapies, mientras se tomaba la octava copa de chichon seco, un domingo de un frio mes de enero. Marga entro y se sento en la barra al lado de la estanque y le comento:
- Que frio ¿no?- y ahi la estanque vio el filon
- Frio en mi pueblo deberias de vivir, sabrias lo que es el frio nena! A todo esto ¿como te llamas?
- Marga, me llamo Marga ¿y tu?
- No tengo nombre, bueno al menos no me acuerdo de el, pero me puedes llamar estanque, así es como todos me llaman
Y asi tras una larga conversacion y sin saber como acabaron en el pequeño apartamento de 30 metros (que ya los habian por aquella entonces) de Marga, bueno mejor dicho en la cama del pequeño apartamento de Marga. Tras hacer el amor siete veces sin tregua y descubriendo monticulos de ambos cuerpos las dos quedaron dormidas. Y durante ese tiempo llego a casa la hermana de Marga, Elvira, era igualita que Marga, ¡¡pero igual!! contaba la estanque cerrando los ojillos y con cara de extrañada, la muchacha llevaba tal colocon que se tiro en la cama sin mas. Cuando la estanque desperto y vio dos ejemplares de hembras iguales, no se lo podia creer, ¡dos!, ¡dos!, ¡dos iguales!. ¡No!, ¡no!, bueno ¡si!, ¡si!, ¡si! ¿porqué no estanque? y empezo a estirar los labios en busca de una sonrisa aprobadora y penso que era una campeona, que no se acordaba bien despues de tanto güsqui y chichon pero llego al pueblo con una foto de las dos gemelas, ella en medio y las tres en la cama medio desnudas, ella la verdad que parecia medio dormmida, pues su cabeza colgaba un poco, era lago extraño. Tambien trajo un moraton en la frente, la cartera vacia y en los ojillos una ilusion, una historia, una anedota mas que contar a sus discipulas. ¡Pequeñas ...he estado con dos mujeres iguales!
La historia es que una de esas noches de festival conocio a Marga en un bar del barrio de Lavapies, mientras se tomaba la octava copa de chichon seco, un domingo de un frio mes de enero. Marga entro y se sento en la barra al lado de la estanque y le comento:
- Que frio ¿no?- y ahi la estanque vio el filon
- Frio en mi pueblo deberias de vivir, sabrias lo que es el frio nena! A todo esto ¿como te llamas?
- Marga, me llamo Marga ¿y tu?
- No tengo nombre, bueno al menos no me acuerdo de el, pero me puedes llamar estanque, así es como todos me llaman
Y asi tras una larga conversacion y sin saber como acabaron en el pequeño apartamento de 30 metros (que ya los habian por aquella entonces) de Marga, bueno mejor dicho en la cama del pequeño apartamento de Marga. Tras hacer el amor siete veces sin tregua y descubriendo monticulos de ambos cuerpos las dos quedaron dormidas. Y durante ese tiempo llego a casa la hermana de Marga, Elvira, era igualita que Marga, ¡¡pero igual!! contaba la estanque cerrando los ojillos y con cara de extrañada, la muchacha llevaba tal colocon que se tiro en la cama sin mas. Cuando la estanque desperto y vio dos ejemplares de hembras iguales, no se lo podia creer, ¡dos!, ¡dos!, ¡dos iguales!. ¡No!, ¡no!, bueno ¡si!, ¡si!, ¡si! ¿porqué no estanque? y empezo a estirar los labios en busca de una sonrisa aprobadora y penso que era una campeona, que no se acordaba bien despues de tanto güsqui y chichon pero llego al pueblo con una foto de las dos gemelas, ella en medio y las tres en la cama medio desnudas, ella la verdad que parecia medio dormmida, pues su cabeza colgaba un poco, era lago extraño. Tambien trajo un moraton en la frente, la cartera vacia y en los ojillos una ilusion, una historia, una anedota mas que contar a sus discipulas. ¡Pequeñas ...he estado con dos mujeres iguales!